2. No has investigado
Creamos a lo loco perfiles y páginas en Twitter y Facebook sólo porque el de al lado lo ha hecho y no queremos ser menos. Sin investigación, la imagen y la reputación pueden resultar muy dañadas. A veces es mejor la inexistencia en redes sociales que la presencia. (¿Acaso no te sugiere nada que que los fans de tu página sean sólo los empleados de la empresa?) Las organizaciones deben identificar si su marca es un tema relevante de conversación en el social media. Estudios demográficos, sociológicos ...son importantes y ayudan a entender cómo es nuestro particular segmento al que nos dirigimos. Con una correcta investigación, nuestra marca está lista para desarrollar un plan de acción.
3. Sólo escuchas
Escuchar es bueno. De hecho, es algo fundamental para construir unas relaciones fuertes y duraderas. Herramientas como Scoutlabs o Biz 360 nos permiten monitorizar la reputación online que tenemos y planificar cómo deberá ser nuestro feedback. Bien, pero escuchar por escuchar porque no tienes nada mejor que hacer, no vale para nada. Es sólo la mitad de la ecuación. No sólo hay que escuchar, hay que conversar y actuar empleando todo el conocimiento y el feedback que obtenemos de la comunidad usándolo para innovar y cambiar. Algunas muestras de éxito corren de la mano de Intel, Starbucks e Ebay.
4. Te falta (o no sabes) contar la historia corporativa
Todas las marcas tienen una historia. El problema es que no siempre se sabe contar de la mejor manera. Muchos profesionales siguen atrapados en las intranets con notas de prensa y con una comunicación unidireccional para forjar esa historia. Otros sin embargo optan por contar una historia completa con una sencilla pieza creativa.
Sin embargo, contar la misión e historia de la empresa es mucho más. Engloba conversaciones y participación. Significa inmersión de lo que es y significa la marca en las comunidades que nos importan. También se construyen historias cuando el consumidor desarrolla un lenguaje alrededor de la marca y ésta lo acoge y aprende de él. Las historias tienes éxito cuando son flexibles y no tienen miedo al resaltar las "historias de los consumidores" aunque éstas no reflejen a la perfección el "compromiso de la marca".
El Social media no es una moda. Ni tampoco un juego. Ni sólo una cuenta más de Twitter. Si una marca quiere realmente tener éxito en el ciberespacio, necesita conocerse profundamente como organización, no dudar en cuáles son las expectativas de los clientes y averiguar qué es lo que va a hacer durante un largo período en la web 2.0.
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