La respuesta de la organización no fue en absoluto pedagógica ya que, entre otras cosas, le dijeron que "Al igual que muchas otras grandes empresas, no aceptamos ideas no solicitadas. La experiencia ha demostrado que la mayoría de las ideas ya han sido considerado por nuestros ingenieros..."
EL padre escribió acerca de lo acontecido en su blog explicando que se trataba de un niño y de cómo se le podía haber contestado de semejante manera. Las reacciones llegaron a twitter y a partir de ahí, la crisis explotó.
Sin embargo, la organización respondió adecuadamente, donde el director de comunicación, Todd Blecher comentó personalmente en el blog del padre pidiendo disculpas e invitaron al pequeño Harry, apasionado de los aviones, a un Tour por Boeing que lo convirtió en el niño más feliz del mundo. Además, al NY Times les dijo:
"We are expert at airplanes but novices in social media. We are learning as we go"
No hay mayor humildad que reconocer los propios errores y reforzar la imagen de marca.
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