Coca-Cola ha conseguido con esta acción, lo que toda marca desea: que
el consumidor le quiera. Y no precisamente en un
target facilón: los inapetentes jóvenes de 17 a 25 años.
Cómo hacerlo? Estrechando lazos. Las emociones generan un contenido que nos diferencia. Su imagen intencional: la de siempre, la fábrica de felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
muestre su concavidad o convexidad al respeto